El nearshoring ha tenido un auge como una de las nuevas medidas que han tomado las cadenas de suministro para su reactivación. Este término significa la deslocalización cercana y se refiere a la estrategia de externalización por la que una empresa transfiere parte de su producción a terceros que, a pesar de ubicarse en otros países, están localizados en destinos cercanos y con una zona horaria semejante. Su objetivo es acercar los centros de producción tercerizada y solucionar los inconvenientes de las largas distancias y la diferencia de horarios entre los continentes, los cuales, muchas veces perjudican a la cadena de suministros.
México se ha convertido en uno de los países más atractivos para el nearshoring, debido al factor de vecindad en la atracción de las inversiones desde los Estados Unidos hacia México (desde el 2000 los rangos de IED de Estados Unidos a México fluctúan entre los 10.000 y los 15.000 millones de dólares anuales). Esto hace que nuestro país se convierta en un socio estratégico a nivel internacional, ya que estas inversiones van configurando un perfil favorecedor para otros países por la manufactura de exportación en México.
Con la pandemia, la logística del offshoring se vio seriamente afectada, ya que muchos de los proveedores de América están en Asia, siendo que China es uno de los más importantes.