La sociedad ha estado fascinada por el caos desde tiempos inmemoriales, pero ha tratado formalmente de evitarlo. El carnaval popular permitió la inmoralidad mundana y el cambio social, desafiando las normas establecidas. Las novelas leídas por los soldados que navegaban hacia el Nuevo Mundo también se consideraban inmorales, a menudo distorsionando su percepción de la realidad. Los descubrimientos y el deseo de emular la vida de los héroes literarios conocidos también los llevaron a descubrir sociedades fuera de las estructuras eurocéntricas de poder. Renace el arquetipo de la mujer guerrera, que los autores populares describían como inmoral y siempre castigaban en la obra por su ignorancia de los valores cristianos. Esta representación podría servir como un manual de advertencia para mujeres rebeldes. Sin embargo, los símbolos asociados con el arquetipo salvaje actúan más como fascinación que como represión. La ponencia explora por qué este personaje era constantemente retomado con fascinación, y analiza la filosofía de los autores y los principales símbolos que estos personajes tenían en obras sobre Amadís, Orlando, Quijote, entre otros.

La asociación de las mujeres con el ambiente doméstico ha sido tan arraigada en las culturas patriarcales que ha suprimido en la literatura las representaciones de forajidas que se han inscrito en el mundo de las actividades bélicas tales como la piratería, las luchas revolucionarias o las guerras. Sin embargo, existen voces que rescatan las figuras femeninas que han tomado el camino contrario a las expectativas de la sociedad establecida y las colocan como protagonistas o personajes de importancia en sus historias. En esta presentación se recuperan algunas de las historias de estas guerrilleras, sean inspiradas en personajes reales o de ficción, que aparecen en los textos de escritoras mexicanas del siglo XX. El enfoque principal es la motivación de su adhesión al tren de vida diferente del prescrito para su género y evaluar la importancia de su representación. El argumento que se defiende es que la colocación de estas transgresoras de leyes civiles y culturales en los papeles de importancia literaria ha contribuido en la creación de un mundo con una nueva visión de la realidad; un mundo donde se ve una participación más igualitaria de las mujeres en la vida del México contemporáneo.

Los aerolitos Carlos Edmundo de Ory, con quien compartí experiencias literarias en Cádiz, tienen relación con el modo en que el personaje de Inma la Inmunda ha utilizado el lenguaje en su propia obra plástica.

Los títulos de fotomontajes, instalaciones, pinturas-collages de Inma la Inmunda recorren caminos que pueden transitarse hacia el origen del discurso postista-surrealista-dadaista de Carlos Edmundo de Ory ), así como los textos incorporados en las obras mismas. Entre ellas, destaca la obra no expuesta titulada La Manada City, mapa conmemorativo de los cuatrocientos últimos años de Patriarcado, un work in progress de una ciudad de la violencia que incorpora nombres de calles, plazas y edificios de interés, y que son unificados en un callejero que nos remite a huellas literarias más lejanas, como aquella Calle de la Hipocresía de Quevedo.

Las connotaciones de los aerolitos, los retruécanos y otros recursos estilísticos, junto a los objetivos militantes y subversivos que comparten Ory e Inma la Inmunda, forman un complejo conglomerado enormemente expresivo, rico en aspectos visuales y literarios a la vez.

Los niveles de lectura de la obra de Inma la Inmunda, desde los principios del barroco como época opresiva para las mujeres, hasta la visión de Google Earth en un mapa con las manos acusadoras de Murillo, gran artífice de la cultura de la opresión colonial, nos ofrecen una obra poliédrica de la que aquí sólo podremos apuntar algunos aspectos de nuestra delirante realidad.